martes, 24 de septiembre de 2013

CHRISTOPHER DERRICK (1921-2007)


LA EDUCACIÓN QUE GENERA FELICIDAD 


Christopher Hugh Derrick (12 de junio de 1921 – 2 de octubre de 2007) fue el hijo del artista, ilustrador y caricaturista Thomas Derrick. Fue educado en el Douai School entre 1934 y 1939, y en el Magdalen College, Oxford, donde sus estudios fueron interrumpidos al ingresar a la Royal Air Force durante la Segunda Guerra Mundial. Desde 1953 hasta 1965 fue uno de los administrativos de la Universidad de Londres, trabajando también para una editorial (como publisher's reader). En adelante trabajó de forma independiente como consejero literario para varias editoriales, como crítico literario y como escritor. Falleció el 2 de octubre de 2007 a la edad de 86 años.

PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS
  • Mantuvo preocupación por la frágil felicidad de los jóvenes ante el espíritu de bárbara amargura de la sociedad.
  • Observador desconcertado de la realidad, armado únicamente del sentido común.
  • Solo sabe que debe hacer algo mejor para sacar a la juventud de ese estanque de tristeza en el que parece estar a punto de ahogarse.
  • La respuesta será el testimonio de su vida en el campus y la confirmación de que hay motivos para la esperanza.
  • La clave de la educación es hacer consciente a la persona de su dignidad como ser hecho a imagen y semejanza de Dios. Pero esta consciencia debía formarse en la familia, ya que en las escuelas la influencia en el alumno es limitado.
  • EL factor decisivo para la buena marcha del alumno en la escuela no era la calidad del centro, sino la calidad de los hogares y familias de donde provenía.
  • Los padres son los principales educadores de sus hijos y que esto conlleva una obligación, pero sobre todo el grave compromiso de ser un ejemplo. "Se tratará más de los que somos que de lo que hagamos".
OBRA PRINCIPAL

Cubierta delanteraChristopher Derrick,nos ofrece en este pequeño libro ya clásico una profunda e inquietante reflexión sobre la educación moderna. Su punto de partida es la visita a un college norteamericano en el que profesores y estudiantes, inmersos una experiencia de vida cristiana, no viven sometidos a la esclavitud del relativismo sino que constituyen un lugar efectivo de educación para la libertad. A partir de ella, Derrick nos ofrece un replanteamiento de la educación, especialmente de la educación católica, en la que «la verdad cuente para algo». Con un humor y agudeza excepcionales, este libro se inserta en la gran tradición anglosajona del debate cultural entre el sentido común, el sentido religioso y las ideologías.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

APORTE SALESIANO AL PROYECTO EDUCATIVO CATÓLICO EN COLOMBIA (1886-1935)

 * Daniel Turriago Rojas[1]


·         El proceso colombiano desde finales del siglo XIX se enmarca en un modelo católico  debido al movimiento de la Regeneración orientado por el liberal independiente Rafael Nuñez y el conservador nacionalista Miguel Antonio Caro quienes con la constitución de 1886 organizan el Estado bajo un  centralismo político y confesionalismo estatal, que lleva a una  visión  teocrática del poder donde nuevamente se invoca el nombre de Dios como fuente suprema de toda autoridad.

·         Se considera la religión católica, apostólica y romana como la de la nación constituyéndose en elemento esencial del orden social. La educación pública será organizada y dirigida en concordancia con la religión católica, firmándose para ello el 31 de diciembre de 1887 un concordato entre la Santa Sede y el Gobierno Nacional que permitirá que las autoridades eclesiásticas entren a participar en la orientación de la sociedad por medio de la educación y la cuestión social. (Díaz, Jiménez, Turriago, 2006,  p. 42)

PROPUESTA EDUCATIVA SALESIANA

En este proceso de transformación de la sociedad colombiana en los albores del siglo XX  e implementación del proyecto católico, los salesianos comunidad creada en Turín en 1841 por Juan Bosco,  llegan a Colombia en 1890 por las gestiones del arzobispo de Bogotá Telésforo Paúl (1884-1889) y del presidente Rafael Núñez (1886-1992) dedicándose al cuidado de los niños desamparados por medio de los “oratorios festivos” que tenían como objetivo los días domingo y festivos instruir a los pobres en religión, juegos, deportes y artes teatrales.

Promueven las escuelas de artes y oficios que tienen como fin la educación profesional y moral de la  clase trabajadora  por medio de talleres de sastrería, zapatería, impresión, encuadernación, fotografía, carpintería  y mecánica.

En este proceso formativo los salesianos implementarán el método  pedagógico preventivo que tiene como objeto educar no con la  represión y  el castigo, sino el respeto por la personalidad, voluntad y libertad del educando: “la educación es siempre diálogo –de palabra o de acción, o de ambas cosas a la vez- entre dos personas: educador y educando. Su actuación es “encuentro cooperativo” de dos voluntades convergentes hacia el Ideal; mira siempre a fundir dos almas en el amor a ese ideal, y en su prosecución hasta alcanzarlo” (Fierro, 1952, p. 143). Preparando el espíritu de los alumnos con la persuasión y la comprensión que desarrolle una pedagogía del cariño que induzca a su propia autonomía.

El maestro, en la propuesta salesiana, mantiene la vigilancia “ que como padre cariñoso les habla, y les sirve de guía en todas las circunstancias, les da consejos y los corrige con amabilidad y de este modo pone a los niños en incapacidad de cometer faltas” (Guerrero, 1929, p.  858)

El educador debe ser modelo para los educandos teniendo las virtudes de la justicia, la equidad, la paciencia y la sencillez, porque para la pedagogía salesiana, “se necesitan educadores ricos en valores humanos, religiosos, efectivos, que sean modelos, testigos, comunicadores con su vida, sus palabras y sus obras, en un importante dispendio de energías ilimitadas, pero, al mismo tiempo, asedio benévolo y cautivador, al que es difícil que pueda sustraerse el alumno” (Braido, 2001,  p. 321).

La propuesta pedagógica preventiva salesiana  busca evitar la necesidad del castigo como medio de corrección buscando “dar á conocer á los alumnos las reglas y prescripciones del Instituto, y después vigilar cuidadosamente de manera que siempre y doquiera estén convenientemente  atendidos por los superiores, quienes como padres cariñosos les hablen, animen, estimulen y corrijan con amabilidad; poniendo de este modo á los alumnos en la imposibilidad de faltar” (Briata, 1910, p.  91)

La pedagogía salesiana presenta tres principios  para la acción pedagógica, la razón, la religión y el amor.


El modelo pedagógico salesiano considera lo lúdico como valor fundamental para el proceso educativo donde en atmósfera de alegría se desarrollan una serie de actividades. Se utiliza el teatro, la música y el canto para educar el corazón de los niños, solemnizar las fiestas religiosas y civiles dando a los educandos una honesta diversión (Briata, 1910: 82).



[1] Historiador. Especialista en Sistemas de Información y Gerencia de Documentos. Docente Universidad de la Salle.  Miembro del Grupo Pedagogía, Cultura y Formación Docente.  Correo electrónico: dturriago@unisalle.edu.co